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Requiem 

 

Muestra individual en la Galería Saro León, 22 Diciembre 2017 - 22 Enero 2018.

Requiem de Luna Bengoechea

Texto: Marisol Salanova (crítica de arte)

 

Galería Saro León muestra en Las Palmas de Gran Canaria la exposición individual de la artista Luna Bengoechea (Gran Canaria, España, 1984) titulada "Requiem" desde el 22 de diciembre de 2017.

 

El trabajo de Bengoechea parte de una profunda inquietud en torno a los procesos de producción de los alimentos que consumimos, nuestra relación con el medio natural y la posibilidad de mantener un diálogo a partir de materiales orgánicos e inorgánicos que tienda vínculos con los orígenes. Por medio de la inmersión en la naturaleza y la recolección de semillas, frutos y especias, además de recopilar información sobre el sistema agroalimenticio más extendido y los modestos modelos periféricos en favor de la sostenibilidad, realiza un proyecto artístico que se apoya en diversas investigaciones propias. Lleva a cabo un trabajo de campo previo que puede apreciarse en sus dibujos, de un sutil tono plateado al tratarse de grafito sobre negro, así como una instalación de videoarte en el que la caída de toneladas de semillas de trigo en silos industriales emula la lluvia in crescendo de un posible diluvio.

 

La exposición parte precisamente de la idea del diluvio universal, presente en diferentes mitologías a lo largo de la historia, para recoger el planteamiento bíblico del “Arca de Noé” y aplicarlo a la recuperación de especies de plantas a partir de la conservación de semillas. Más de una tercera parte de la biodiversidad de los cultivos de nuestro planeta se ha perdido durante el último siglo. Vivimos una crisis ecológica fomentada por el cambio climático, la explotación masiva de los recursos naturales y el calentamiento global. En poco tiempo podrían desaparecer algunos de los cultivos básicos que nos sustentan y no digamos ya de los que son minoría o no interesan a la industria de la alimentación del momento por tener poco margen de beneficio económico.

Como el texto litúrgico de una misa en memoria de los cultivos tradicionales que se han perdido y de aquellas variedades que están a punto de extinguirse o al límite de no poder recuperarse, surge este réquiem de la artista a la genética de los cultivos y especies que pueden perderse. Una semilla debe llegar a la localización adecuada en el momento óptimo de germinación para que la planta salga adelante. Los procesos industrializados han roto la cadena natural y con ello puesto en peligro elementos vitales que aquí son rescatados en forma de obra de arte. Se trata de un llamamiento a la ecología en uno de los pocos reservorios de vida, la semilla, cargado de simbología en nuestra cultura. Para profundizar en el asunto, Bengoechea pone el foco sobre la alarmante realidad de la pérdida de recursos genéticos que están siendo erosionados en el campo de la agricultura. Su investigación principal se ve plasmada en su obra, favoreciendo la labor de recuperación, conservación, respeto y estima de las variedades tradicionales. En este sentido el trabajo de la artista es estéticamente bello y a la par previene de la pérdida de biodiversidad, señalando la creciente necesidad de recuperar variedades en peligro de desaparición y su utilización por los productores, interpelando al público que, mayoritariamente es consumidor sin saber, o sea, haciendo que éste tome conciencia dada la interrelación de los procesos de producción de semillas con los consumidores. Un canto a la naturaleza y al consumo responsable que llega al espacio expositivo para conmovernos, para animarnos con delicadeza a favorecer la conciencia medioambiental y la importancia del consumo de alimentos local y sostenible que ayude a la preservación de la diversidad de las especies, así como el cuidado y la conservación del medioambiente.

 

 

 

 

REQUIEM

Texto: Luna Bengoechea Peña

 

 

"Yahvé observó que los hombres se estaban multiplicando sobre la faz de la Tierra y la violencia y la maldad crecía en ellos. De hecho, la violencia era tanta que, a los ojos de Yahvé o Jehová, la Tierra estaba arruinada,[4] por lo que decidió destruir esa generación."

 

Historia del Arca de Noé, (capítulos 6 al 9 del libro del Génesis)

 

 

El hilo conductor de esta exposición establece una conexión entre la Historia del Diluvio Universal y nuestro actual contexto histórico. Vivimos una crisis ecológica y se prevé una inminente catástrofe natural debido a factores como el cambio climático, la explotación de los recursos naturales, la pérdida de biodiversidad o el calentamiento global.

En el libro del Génesis se relata cómo Noé construye un arca para salvaguardar las especies de animales de un gran diluvio. No hay evidencias científicas de la existencia de este arca, pero diferentes civilizaciones relataron este mito (por ejemplo la Flood Tablet , tablilla de escritura cuneiforme datada del siglo VII ac., relata El mito del diluvio de Gilgamesh, De acuerdo con Atrahasis III ii, líneas 40-47, el héroe del diluvio estaba en un banquete cuando la inundación y la tormenta comienzan.» Hoy en día construimos bancos de semillas, los países realizan importantes inversiones para preservar granos y semillas comestibles, algunos de estos bancos (como Svalbard Global Seed Vault, Bóveda Global de Semillas de Svalbard en Noruega) están diseñados para sobrevivirnos incluso a nosotros ya que es capaz de resistir terremotos, impactos de bombas nucleares y otros desastres.

Vivimos en un contexto de crisis alimentaria, en el que predominan la incertidumbre y la inseguridad de cara al futuro, como escribe Ulrich Beck, en lo que él denomina la Sociedad del riesgo, vivimos una crisis en términos de supervivencia.

 

 

Si en el siglo XIX se desencantaron los privilegios estamentales y las imágenes religiosas del mundo, hoy se desencantan la comprensión de la ciencia y de la técnica propia de la sociedad industrial clásica (...) Pues ella afirma lo que hasta ahora parecía impensable: la sociedad industrial se despide del escenario

de la historia mundial por la escalera trasera de los efectos secundarios, y no como se había previsto hasta ahora en los libros de imágenes de la teoría social: con un estallido político.

En el centro figuran riesgos y consecuencias de la modernización que se plasman en amenazas irreversibles a la vida de las plantas, de los animales y de los seres humanos. Al contrario que los riesgos empresariales y profesionales del siglo xix y de la primera mitad del siglo xx, estos riesgos ya no se limitan a lugares y grupos, sino que contienen una tendencia a la globalización que abarca la producción y la reproducción y no respeta las fronteras de los Estados nacionales, con lo cual surgen unas amenazas globales que en este sentido son supranacionales y no específicas de una clase y poseen una dinámica social y política nueva. No queda nada que añadir al terrorífico panorama de una civilización que se pone en peligro a sí misma (...).

 

Ulrich Beck , La Sociedad del Riesgo. (Capítulos 1 y 2).

 

 

 

 

 

 

 

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